Sobre una colina, a una docena de kilómetros del centro histórico
de Gubbio, Umbria, en medio de un bosque poblado de picazas, faisanes, liebres, ardillas y otros simpáticos animales, esta Casa Branca, una gran villa en piedra completamente reestructurada, respetando la arquitectura y los materiales del lugar.
Las seis habitaciones dobles con baño de Casa Branca, decoradas con gusto y cuidado en los detalles, tienen la particularidad de ser cada una diferente de la otra, mezclando el lenguaje genuino del arte de Umbria con toques cromáticos latinoamericanos.
La misma fusión se encuentra en la sala, hecha en piedra y cerámica con vigas de madera, pero alternada con ángulos étnicos que le confieren una personalidad muy especial.
Una enorme chimenea, de las que casi se puede estar sentado adentro, vuelve todavía más acogedora la atmósfera de paz y tranquilidad.
El sitio del restaurante, entre vista chimenea y vista bosque, es cuidado en los mínimos detalles y hace de las cenas en Casa Branca una experiencia de cálida hospitalidad.