Para apreciar la belleza de nuestra tierra basta con sentarse bajo los cipreses que rodean la villa, con vistas a un amplio valle, y dejar que sts ojos se pierdan a lo largo de la sucesión de colinas hasta llegar a las torres de San Gimignano y la línea de montañas en el horizonte. Si no fuera por el canto de los pájaros, el eco de un tractor en los campos y el susurro del viento entre los cipreses, tendrías la certeza de estar frente a una pintura o inmerso en un paisaje encantado.
Fattoria Barberinuzzo se encuentra en el pequeño pueblo del mismo nombre, uno de los tres pueblos (Barberinuzzo, Trecento y Montalbino), ubicados a lo largo de la Via Trecento, que corre por el campo, rodeada de viñedos, olivares y bosques.